UTILIZACION DE GLUCOSA EN EL DEPORTE
La glucosa es un hidrato de carbono que se encuentra principalmente en frutas. Es una de las principales fuentes de energía para el organismo. Se transforma en energía mediante su oxidación.
El glucógeno es una sustancia química que se forma en el hígado a partir de la glucosa y otros hidratos de carbono y se almacena allí, en músculos, cartílagos, etc. Se transforma en glucosa en base a las necesidades energéticas del organismo.
Cualquier deporte que exija un ejercicio físico produce, tanto en entrenamiento como en competición un desgaste energético.
En deportes intensos y de larga duración, a partir de la primera hora de ejercicio se produce un gran desgaste energético, con disminución del nivel de glucógeno. Por ello, es necesaria la intervención de la glucosa.
En definitiva, es clave ingerir glucosa para mantener sus niveles en sangre y proporcionar así energía al organismo evitando llegar al punto de fatiga.
DURANTE DEPORTES DE INTENSIDAD INTERMITENTE
Son aquellos en los que se pasa de momentos de alta intensidad (sprint) a momentos de baja intensidad (trotar) como fútbol, basketball, jockey, etc. En ellos, para mantener niveles de glucosa adecuados, se debe tomar durante el partido y en el descanso. Así se consigue que aumente la capacidad para afrontar momentos de alta intensidad en las últimas fases de la competición. Por otro lado, la glucosa va al cerebro y hace posible en estas fases una mayor precisión y claridad mental.
NECESIDADES DE GLUCOSA EN LAS DIFERENTES FASES DEL EJERCICIO
FASE INMEDIATA A LA COMPETICION
Recientemente se ha demostrado que no existe efecto negativo en el rendimiento si se ingiere glucosa antes de realizar ejercicio, ni tampoco si la ingesta se produce cuando ya se ha empezado a hacerlo.
DURANTE EL EJERCICIO
En esta fase, la ingesta de 45-60 gr. De glucosa por hora facilita que se absorba 1 gramo de ésta por minuto en el intestino. Esto hace que se pueda prolongar el tiempo de ejercicio en 45 minutos a intensidad elevada.
FASE DE RECUPERACION
La reposición de glucógeno es mayor cuando se ingieren hidratos de carbono con un índice glucémico alto, como la glucosa. Para que sea correcta se deben tomar 600 gr. De glucosa en las 24 horas posteriores a la competición. Esto se puede conseguir con 5 g. De glucosa cada 2 horas. El día después de la competencia y en los días siguientes sobre todo cuando empiecen de nuevo los entrenamientos, se puede combinar la dieta rica en carbohidratos con la toma de glucosa.
Otro uso fundamental de la glucosa, es para combatir las llamadas “agujetas” (acumulación de ácido láctico) que, como es sabido, aparecen con frecuencia en personas no habituadas a la práctica regular del deporte o bien cuando el esfuerzo deportivo se realiza después de un tiempo de descanso. .
